Aptitudes
Disposición natural que posee la persona y la capacita para desempeñar una actividad determinada. Existen aptitudes físicas y psicológicas imprescindibles para realizar esta profesión. Nuestras manos son el instrumento más valioso y un canal de comunicación principal, por lo que es primordial que estén físicamente saludables, cuidadas, sin defectos ni malformaciones que limiten los movimientos, la agilidad y resistencia física, ya que algunos trabajos requieren de esfuerzo físico constante.
En cuanto a la aptitud psicológica es importante:
- Mantener un equilibrio emocional frente al paciente (ellos acuden a nosotros para solucionar sus problemas).
- Debemos utilizar nuestra capacidad creadora en el desarrollo y aplicación de la profesión.
- La seguridad se refleja.
- Capacidad de observación, tanto personal como profesional, ya que nuestros pacientes pueden mostrarnos en diferentes formas lo que traen de fondo.
- Si no tenemos buena memoria, que es necesaria, elaboramos un expediente en el cual podemos apoyarnos.
- Dejar fluir nuestro sentido de intuición.
- Desarrollar mediante práctica y apoyo nuestra sensibilidad.
- La organización es la base del éxito.
Cualidades
Las cualidades son los caracteres, hábitos o destrezas que nos distinguen, y pueden ser innatos o adquiridos (desarrollados). Los más importantes para la estética son:
- Limpieza. La higiene es la cualidad más importante de la profesional de estética (higiene
en general).
- Orden.
- Discreción.
- Puntualidad.
- Sencillez.
- Simpatía.
- Amabilidad.
- Paciencia y comprensión.
- Dedicación y disposición.
- Virtud de amor, amor a sí mismo, a su profesión y a sus pacientes.
La estética, como la medicina, establece un contacto muy especial e íntimo con las personas que solicitan nuestros cuidados. Esto implica una gran responsabilidad que debemos tener muy clara. Una norma de conducta vital en el ejercicio de nuestra profesión es la honestidad, resulta fácil manipular al paciente para que se aplique tratamientos que no siempre son los más adecuados a sus necesidades; o también querer aplicar tratamientos que aún no dominamos, e incluso que sabemos exceden nuestros límites, pero no lo canalizamos a otra área.